Especial Elecciones

<El pueblo no debería temer a los gobernantes
sino los gobernantes al pueblo>

Buenas noches Andalucía y resto de España… es hora de que tengamos una pequeña charla. ¿Están comodamente sentados?… entonces empezaré.

Imagino que se pregunta por qué le he convocado esta noche.

Verá, ultimamente no estoy del todo satisfecho con su trabajo… me temo que su empleo peligra, y… bueno, estamos considerando prescindir de usted.

Sí, lo sé, lo sé. Hace ya mucho tiempo que está en la Compañía. Casi… a ver, ¡casi diez mil años!. Caramba, ¡ como pasa el tiempo!.

Y parece que fue ayer… Recuerdo el día que comenzó en su empleo, cuando bajó de los árboles, inocente y nervioso, agarrando un hueso con su puño peludo… «¿Por donde empiezo, señor?», preguntó con tristeza.

Recuerdo mis palabras con exactitud: «Ahí tiene una pila de huevos de dinosaurio, joven», dije con una sonrisa paternal. «Chúpelos».

Bien, hemos recorrido un largo camino desde entonces, ¿verdad?. Sí, sí, tiene razón, en este tiempo no ha faltado ni un día. Bien hecho, mi bueno y fiel criado.

Por favor, no piense que he olvidado su notable hoja de servicios, o las inestimables contribuciones que ha hecho a la compañía… El fuego, la rueda, la agricultura… una lista impresionante, veterano. Una lista impresionante de verdad… no me malinterprete.

Aunque… Si he de ser sincero, también hemos tenido problemas. No podemos olvidarlo.

Lo he pensado mucho y… ¿sabe de dónde viene el problema?… de su innata falta de voluntad para adaptarse a la empresa. No parece querer enfrentarse a ninguna responsabilidad, ni ser su propio jefe.

Dios sabe que ha tenido usted muchas oportunidades. Le hemos ofrecido ascensos una y otra vez, y los ha rechazado siempre. «No sabría hacerlo señor», mentía. «Sé cual es mi sitio».

Para ser sinceros, no se ha esforzado lo suficiente, ¿no?. Ya ve, ha estado quieto demasiado tiempo, y es algo que se empieza a reflejar en su trabajo…

Hemos tenido a un montón de malversadores, impostores, mentirosos y lunáticos que han tomado decisiones catastróficas… es la pura verdad.

¿Y quien los ha elegido?

¡Fue usted quien designó a esa gente! ¡Fue usted el que les dió el poder de tomar decisiones por usted!.

Debo admitir que todos podemos equivocarnos alguna vez, pero cometer los mismos errores letales siglo tras siglo me parece intencionado. Ha apoyado a unos incompetentes maliciosos que han llevado el caos a su vida laboral. Ha aceptado sin rechistar sus órdenes absurdas. Les ha permitido llenar su espacio de maquinas nuevas y peligrosas. Pudo haberlos detenido.

Solo tenía que decir «NO». NO tiene empuje. NO tiene orgullo. Ya NO tiene valor para la compañía.

Aún así seré generoso… Le proporcionaré un tiempo para que pueda demostrar alguna mejora en su trabajo.

Si al final de este periodo sigue sin intentarlo… LE DESPEDIRÉ.

<Así que no te quedes en casa y pronunciaté…
apoyes a quien apoyes… incluso si no apoyas a nadie>

#Si no has visto «V de Vendetta» no recomendamos el visionado del siguiente video#